Uno de los gastos más grandes de cualquier oficina es, sin duda, las facturas energéticas de la electricidad y el gas. Un gasto que puede aumentar fácilmente si no se controla bien el consumo, lo cual podría provocar que los productos o servicios que ofrece la empresa no sean tan competitivos. En este sentido, es conveniente prestar mucha atención al consumo efectuado en tu oficina para no solo no evitar que se gaste energía de forma innecesaria sino para pagar un precio justo por el consumo. Por este motivo, en este artículo te vamos a relatar algunos trucos para hacer ahorros de energía en tu oficina.
¿Qué tarifas contratar?
Está claro que si necesitas ahorrar energía lo que tienes que hacer es tratar de optimizar el consumo al máximo; es decir, evitar consumir energía de forma innecesaria (por ejemplo, que la luz esté encendida en una estancia en la que no hay nadie, cosa que a veces puede suceder en una oficina).
En cualquier caso, ¿de qué sirve esto si luego al contratar la luz o el gas en la oficina eliges una tarifa cara? Así, antes de nada, lo primero que hay que hacer antes de reducir nuestro consumo es verificar si el precio que estás pagando por la energía se adecúa a tu situación.
En caso contrario, habría que contratar la luz y el gas con otra tarifa más barata. Para ambas tarifas, puedes contratar cualquiera de ellas con la comercializadora que tu elijas a través de las vías que tu elijas: por internet, por teléfono o en cualquiera de las oficinas.
¿Y dónde se encuentran? Pues en toda España: Endesa, por ejemplo, tiene oficinas en Sevilla, Madrid, Barcelona y otros puntos de España. Además de Endesa, no es la única comercializadora que tiene sede en Sevilla. La mayor parte de las compañías energéticas cuentan con puntos de servicio en todas las ciudades grandes de España, en poblaciones más pequeñas es posible que no estén. Para acudir a una de ellas, basta con pedir cita previa en la oficina de Endesa en Sevilla o en la que estés buscando.
Medidas para el ahorro en tu oficina
Una vez que se cuente con unas tarifas energéticas más económicas, más de la mitad del camino de un ahorro efectivo está hecho. Ahora solo que hace falta es tomar medidas para optimizar el consumo. A continuación te proponemos algunas ideas para que puedas conseguirlo:
- Cambia tus bombillas por otras de bajo consumo como puede ser las de la modalidad LED. Este tipo no emite calor alguno, se puede adaptar la potencia fácilmente – lo cual es perfecto para combinarlo con la luz solar, y de esta forma gastar menos energía – y además tienen una mayor durabilidad.
- Para controlar el gasto de la calefacción o del aire acondicionado de forma más óptima puedes instalar en tu oficina tecnología domótica que te permitirá centralizar todos los suministros en un único punto, que puede ser incluso un teléfono móvil. Así, incluso cuando estás fuera de la oficina, podrás controlarlo.
- Evita dejar los ordenadores y demás aparatos electrónicos en modo ‘stand by’; de esta forma, estarás gastando casi la misma energía que si estuviera encendido.
- Si necesitas más información sobre eficiencia energética puedes leerte este artículo en caso de que tengas alguna duda.